Precise Resort Tenerife, Puerto de la Cruz (Tenerife)

El hotel tiene una ubicación impresionante, justo en un acantilado con vistas al océano. Las habitaciones son limpias y ordenadas, aunque algo desactualizadas. El personal es increíblemente atento y dejó un detalle muy bonito en la habitación por mi cumpleaños. Sin embargo, el desayuno no fue tan sabroso como esperaba y podría mejorar. Si buscas un lugar con encanto y tranquilidad, este hotel es ideal, pero la decoración podría no ser del agrado de todos.

El hotel tiene una ubicación espectacular, en la cima de un acantilado con vistas al océano, lo que lo hace bastante atractivo. Las habitaciones son amplias y limpias, pero el mobiliario está bastante anticuado y el colchón es incómodo. El servicio es excepcional, con un personal muy amable y atento. Sin embargo, la experiencia gastronómica dejó mucho que desear, ya que el desayuno es caro y podría ofrecer más variedad. En general, el hotel tiene sus pros y sus contras, pero la relación calidad-precio podría ser mejor.

El hotel se encuentra en una ubicación impresionante, en la cima de un acantilado con vistas al mar. Las habitaciones son cómodas, aunque podrían tener mejor iluminación. El servicio fue excepcional, especialmente Alfonso, quien fue muy amable y servicial. Sin embargo, la experiencia gastronómica fue un tanto decepcionante, ya que las opciones eran limitadas y hubo un cargo extra por la luz en las habitaciones. A pesar de esto, la relación calidad-precio es buena.

El hotel está en una ubicación impresionante, en la cima de un acantilado y junto al océano, lo cual ofrece unas vistas increíbles. Las habitaciones, aunque están limpias y ordenadas, necesitan una actualización ya que parecen algo antiguas. El personal es muy amable y eficiente, lo que siempre es un plus. Sin embargo, el servicio de comedor no fue del todo satisfactorio, y hay algunos problemas con la presencia de hormigas en las habitaciones. En general, es un lugar agradable, pero hay oportunidad de mejora.

El hotel tiene una ubicación espectacular, justo en el acantilado frente al océano. Las habitaciones son amplias y limpias, aunque un poco anticuadas y con almohadas duras. El servicio es increíblemente amable y atento, pero la experiencia gastronómica dejó un poco que desear en variedad. Además, el precio es razonable considerando las comodidades, pero el olor a rancio en las habitaciones no fue ideal.